lunes, 28 de mayo de 2012

Lo que el Ser Humano le hace a la Trama de la Vida… se lo hace a sí mismo!!!


CIMG2663Hace unos días tuve la oportunidad de presenciar la defensa de una tesis de maestría,expuesta por alguien conocido en una universidad venezolana. Una Tesis de Maestría extraordinariamente escrita y trabajada con un lenguaje científico del más fino; una tesis que debió tener al menos una mención honorífica y, como dijo uno de los jurados, mejor escrita que muchas de las escritas por ahijados adulantes, quienes sí obtuvieron menciones especiales. 

Sin embargo, la mediocridad, la falta de seriedad y la poca sapiencia de gente que cree hacer educación, plagó de sugerencias obtusas, sin sentido y humillantes el ambiente académico donde se realizo la defensa; las cuales tristemente provinieron de dos jurados, quienes continuamente demostraron no haber leído la Tesis. Todo este teatrum tragi-cómico disfrazado de draconiano, por el qué dirán; aún me llena de mal sabor de boca, como seguro se han podido percatar..

Por tal motivo, expongo mi evaluación a, los “docentes universitarios” que toman esos espacios de producción cognitiva para dirimir situaciones personales y llevar a cabo retaliaciones burdas; que más poseen rostro de envidia, que de otra cosa; cuya única finalidad es vengarse y aparentemente opacar el éxito y realce académico de la Tutora de la Tesis; sin lograrlo (disculpen mi franqueza, pero como dice Benedetti estoy cantando verdades, para no llorar mentiras). De esto doy fe, fundamentada en mis observaciones y en las palabras del único jurado de alta academia (filósofo reconocido) que tenía la autora de la tesis, quien alabo su obra. Con estas apreciaciones rompo mi corazón para dejar salir lo malo y queda libre y limpio para recibir el amor de quien verdaderamente piensa que el aprendizaje sirve para transfigurarse en alguien más sano.

Por eso, desde mi deseo de compartir con ustedes mi producción de conocimiento y resaltar el sentimiento de saciedad por estas situaciones que; además de injustas, en algunos espacios, son cotidianas en Venezuela, reproduzco lo que es el postfacio de mi Tesis Doctoral: Análisis Psico-Arquetipal de las Organizaciones Educativas (2005). En él se expresa mi deseo, a manera de ilusión, porque la justicia florezca y prevalezca, para conservar el equilibrio dinámico (evolución y paz) de la trama de la vida. Quedo en espera de sus comentarios:

POSTFACIO

En el pensamiento de Rísquez (1992): “¡Dame Afrodita, la posibilidad de ser capaz del sentir el amor que es un deseo continuo por la belleza y haz que ese deseo haga de mí, como decía Sócrates, un hombre sabio y un hombre bueno..!” se percibe que la creatividad del amor -llámese pasión, emoción o sentimiento- integrada a un logos sensible puede permitir una aproximación a la realidad social a los fines de transfigurar a la organización en la esencia de su eternidad. Se trata de hacer de ella, un templo construido a través del “tiempo puro del instante” como unidad red integradora de la vida. El traspasado se convierte en el integrado en el realmente humano.

De ninguna manera es fácil entender toda esta trama urdida por Jung. En todo caso competiría al sí mismo acceder a los umbrales de ese entendimiento, lo cual refiere al proceso largo de toda la vida. Lo contrario sería que el hombre al presentar continuamente la máscara -persona- podría volverse el amante de un afuera que -para su seguridad- debe ser inorgánico y manipulable; en otras palabras muerto. Es muy difícil para él ver que solamente aceptándose como es podría cambiar su entorno a una vida humana más activa y compartida y así -por equilibración de opuestos complementarios- lograr la individuación que lo haría realmente un ser humano realizado. De lograrse, la sociedad también sería más humana.

La humanización del hombre o la individuación del ser humano sería la evolución armónica del ego en el self; es decir, el primer paso para poder verse a sí mismo, saber quién es y entender la sociedad a la cual pertenece. Al aceptarse a sí mismo y a su entorno tal cual es, haría una vida plena, tal vez la sociedad ideal en biofilia de Fromm. Puede decirse que a través del proceso de individuación (Jung) o transfiguración, se mantiene un equilibrio -libido nutritiva- del ego -como parte del consciente- y del Self -como parte central de la personalidad. Hay un rescate aquí del carácter mandálico, entendiéndose la mandala como símbolo específico de equilibrio o de organización perfecta en un dinamismo de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro. Es decir, la humanización del hombre, entendida como el conocimiento y aceptación de sí mismo para poder conocer y aceptar a los demás.

El lugar de esta visión arquetipal de la organización es u-tópico, es el lugar de lo soñado que parte de una “metafísica debilitada” (Vattimo). Presupone el no-lugar como noción de destino (Parra) y una razón sensible (Maffesoli) con su correspondiente carácter rizomático, donde “lo más profundo es la piel” (Deleuze y Guatari). Se trata de la piel y su sensualidad; de su eroticidad; del lugar de lo sensible; del sentimiento; de lo realmente humano; de lo humano mundano y compartido (Perniola). Por tal motivo, la transfiguración e integración de imágenes por parte de las organizaciones, es un deseo sensible del terapeuta, una ambición de interconexión en el destino-red organizacional.

En virtud de ese mismo deseo sensible, me permito, en este aparte, romper con el hilo normativo de la academia para hablar en primera persona y plantear lo siguiente: en una sesión de trabajo con uno de los profesores del doctorado, pregunté sobre ¿por qué Foucault (1968) terminaba su libro las palabras y las cosas con la declaración: “… el hombre se borrará, como en los límites del mar un rostro de arena”? Él me respondió desde su aviesa inteligencia lógica masculina: “Porque el hombre fue el objeto de estudio del siglo XIX. Pero, el centro de los estudios futuros no será específicamente el hombre, sino sus relaciones; la red”. Yo le he dado la razón, sin embargo desde mi intuición erótica femenina pienso, como decía Neruda, que la respuesta también pudiese ser: “El mar lo sabe”.

El ser humano y sus intrincadas relaciones con el otro y el entorno presentan ante los ojos del acucioso investigador un enigma. A veces no importa quién sea el otro para poder amarlo u odiarlo, aunque sea nuestro prójimo. Es difícil entender al ser humano a través de la razón. Quizás se comprenda mejor con el corazón, como el de una madre quien dice a su hijo: “Te quiero y le doy gracias a Dios por tenerte conmigo. No ha sido fácil y he pasado mucho miedo. Pero ahora que estás aquí lo doy todo por bien empleado” (Evangelio Secreto de la Virgen María)

El poema Los Enigmas de Pablo Neruda describe, con mucho sentimiento esta inquietud: aquella de la imposibilidad de llegar a una conclusión definitiva sobre lo humano, lo organizacional o lo social. Lo único posible es mostrar, e intuir desde el inconsciente, personal o colectivo, la esencia imaginal de relaciones humanas. En palabras de Neruda…

Los Enigmas
Me habéis preguntado que hila el crustáceo
entre sus patas de oro
y os respondo: El mar lo sabe.
Me decís, ¿qué espera la ascidia en su campana
transparente? ¿Qué espera?
Yo os digo, espera como vosotros el tiempo.
Me preguntáis: ¿a quién alcanza el abrazo del alga
Macrocustis?
Indagadlo, indagadlo a cierta hora, en cierto mar
que conozco.
Sin duda me preguntareis por el marfil maldito
del narwhal, para que yo os conteste
de qué modo el unicornio marino agoniza
arponeado.
Me preguntáis tal vez por las plumas alcionarias
que tiemblan
en los puros orígenes de la marca austral.
Y sobre la constricción cristalina del pólipo
habéis barajado, sin duda,
una pregunta más, desgranándola ahora.
¿Queréis saber la eléctrica materia de las púas
del fondo?
¿La armada estalactita que camina
quebrándose?
¿El anzuelo del pez pescador, la música extendida
en la profundidad como un hilo de agua?
Yo os quiero decir que esto lo sabe el mar,
que la vida en sus arcas
es ancha como la arena, innumerable y pura
y entre las uvas sanguinarias el tiempo ha pulido
la dureza de un pétalo, la luz de la medusa
y ha desgranado el ramo de sus hebras de corales
desde una cornucopia de nácar infinito.
Yo no soy sino la red vacía que adelanta
ojos humanos, muertos en aquellas tinieblas,
dedos acostumbrados al triángulo, medidas
de un tímido hemisferio de naranja.
Anduve como vosotros escarbando
la estrella interminable,
y en mi red, en la noche, me desperté desnudo,
única presa, pez encerrado en el viento.

Como dijo el Jefe Indio Seattle: “Esto sabemos... ‘Todo va enlazado’. El hombre no tejió la trama de la vida: él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama, se lo hace a sí mismo”. Este pez-hombre encerrado en su red de viento, de relaciones, de sentimientos, de pasiones, de deseos, de espíritu, como la imagen de un sueño, es el mismo al que alude Foucault. Un ser humano borrado, desdibujado, apenas como un rostro de arena; pero vivo; a quien sólo conoce el inconsciente mar profundo. Sin embargo, como se observa, esta aproximación ha sido un intento de indagar en el oscuro mar profundo del inconsciente colectivo de los grupos sociales en las organizaciones. La Psicología socio-organizacional es una mirada cuyo abordaje acucioso puede escalpar los velos para llegar al fondo.

¡Amados Lectores, Muchas Gracias!!!

Mylene F. Rivas R.
Doctora en Ciencias Sociales

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